El Servicio de Hostelería de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha ampliado estos días su oferta culinaria para los pacientes ingresados. Platos como solomillo al whisky, pollo a la cazadora, salteado de trigueros con jamón, atún con tomate, cazón en salsa rubia o desayunos a base de pan con aceite de oliva y tomate triturado son algunas de las especialidades que se ofrecen. Para el postre, la tradicional torta de aceite y para los más pequeños, hamburguesa de pavo con salsa de tomate. En la modificación del menú, hemos primado una cocina más andaluza, siempre basada en la dieta mediterránea , según el Jefe de Hostelería, Joaquín Clement, quien asegura que el cambio se sustenta bajo la premisa de dar respuesta a aquello que más demanda el paciente, manteniendo siempre las cualidades nutricionales de cada comida. Esta novedosa oferta sirve, asimismo, para testar la aceptación de los platos propuestos para lo que será el futuro menú opcional que incorporará el hospital en los próximos meses y que permitirá al paciente elegir entre diferentes platos, haciendo así su estancia en el hospital más agradable. En la elaboración del nuevo menú han participado la Unidad de Alimentación y la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición. Destacar la incorporación de triturados, purés de frutas y compotas de envase individual, ofreciéndose una mayor variedad de sabores y reduciendo la manipulación de los alimentos. Lo mismo ocurre con los platos de cuarta gama, como son las ensaladas y verduras, donde se proporciona un combi: bolsas individuales de aceite, vinagre y sal, para que el mismo paciente pueda aliñarse, a su gusto, las ensaladas. La comodidad en la ingestión también se ha tenido en cuenta. Así, pescados como la platija han sido sustituidos por el salmón, el cazón o el atún, ya que no tienen espinas y son más fáciles de comer. Luis Robles, uno de los Jefes de Cocina del hospital destaca que los pacientes han aceptado muy bien los nuevos platos, apuntando a su vez que siguen triunfando entre los ingresados los platos de siempre que ofrece el hospital: guisos, arroz, cocido en blanco y la paella de marisco . Pero introducir paella alicantina o pollo al curry se convierte para ellos en una original oferta que los invita a probar estas nuevas sugerencias. La Cocina Central prepara cada día un total de 5.200 menús entre desayuno, almuerzo, merienda y cena, para aproximadamente los 1.300 pacientes que se encuentran hospitalizados. Unos menús que corresponden a más de 45 platos distintos, tanto para la dieta basal como la dieta blanda. Alrededor de 300 pinches, 24 cocineros, 3 jefes de cocina, 20 gobernantas, 6 dietistas, 2 bromatólogos y 6 personas en el área administrativa conforman el elenco de profesionales que día a día trabaja en la carrera de mejorar continuamente la alimentación del paciente en el hospital, un área a la que se destinan 3.400.000 euros cada año.