La Clínica del Dolor de Virgen del Rocío aumenta la complejidad de sus intervenciones terapéuticas

Publicada el: 2009-09-09 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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La Clínica del Dolor de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha reforzado en los últimos meses sus terapias intervencionistas en el tratamiento del dolor. De esta forma, el centro está intensificando técnicas como la radiofrecuencia de nervios periféricos y centrales, la neuromodulación y la colocación de bombas permanentes de administración automatizada de fármacos. Junto con estos tratamientos, considerados invasivos y que se realizan de manera ambulatoria en la nueva área quirúrgica de la Clínica del Dolor, se siguen realizando otros procedimientos terapéuticos. Para el cierre del año, el centro prevé sumar un total de 12.530 actuaciones en este dispositivo asistencial al que el paciente llega derivado por un especialista.


El dolor es entendido como enfermedad desde que el paciente llega a nuestras consultas y, como tal, se aplican diferentes técnicas que pueden requerir un mayor intervencionismo por nuestra parte, explica el doctor Antonio Pajuelo Gallego, anestesista responsable de la Clínica del Dolor. Tanto en el caso de la radiofrecuencia (técnica que termocoagula estructuras nerviosas y produce analgesia por un tiempo prolongado en el paciente) como en el de la neuromodulación (implantación de electrodos espinales o periféricos que, con la activación de corriente eléctrica, permiten aliviar el dolor que recogen los nervios medulares), son los pacientes con raquialgias (dolor intenso de espalda) y diferentes neuropatías los que más se benefician. Por otro lado, las bombas de infusión de opiáceos (especialmente morfina), que quedan implantadas a nivel de la médula espinal, representan una terapia muy efectiva en determinados pacientes oncológicos, así como en otros con dolor severo en tronco, abdomen o extremidades.


Destacar las técnicas consideradas menos invasivas, como la iontoferesis (aplicación de fármacos a través de la piel y mediante corriente eléctrica en la zona afectada), los bloqueos anestésicos (conocidos como infiltraciones), la estimulación transcutánea (aplicación directa de corriente eléctrica en la zona del dolor sin dispositivos cutáneos), la acupuntura y la aurioculopuntura (estas últimas, en las que el centro acumula una larga experiencia, son terapias complementarias y alternativas en pacientes en los que existen contraindicaciones para la aplicación de fármacos u otras técnicas).


En consultas, los especialistas de la Clínica del Dolor ven un total de 6.800 pacientes cada año, de los que un 45% padece raquialgias, un 20% son pacientes oncológicos y el resto pertenecen a grupos de enfermedades articulares (10%), neuropatías diversas (10%) o sufren dolor con intolerancia a fármacos (10%). En todo momento, los profesionales de esta unidad mantienen una estrecha colaboración con los diferentes servicios médico-quirúrgicos del hospital, garantizándose así la mejor atención y la continuidad de la asistencia.