Sus más de 20 años de experiencia en la realidad virtual permite a estos especialistas dar un paso más e incorporar la ingeniería tisular e impresión 3D para los pacientes con tumores de cabeza y cuello
La Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla va a iniciar un nuevo reto: la incorporación de la ingeniería tisular para lograr ‘imprimir en tres dimensiones’ dispositivos que incorporen células madre y factores biológicos y moleculares que «permitan la regeneración celular» a medida para la restitución anatómicamente exacta de los tejidos dañados.
Este servicio ya fue pionero hace ahora 20 años en el uso de la realidad virtual y la realidad ampliada para abordar intervenciones quirúrgicas para la reconstrucción del macizo facial tras extirpar un cáncer, sufrir un traumatismo o para corregir una malformación
Su responsable, el doctor en Medicina y Cirugía y catedrático de Cirugía Oral y Maxilofacial en la Universidad de Sevilla, José Luis Gutiérrez Pérez, ha explicado que el siguiente reto será –«una realidad en diez o quince años». De hecho, añade, posibilitará «fabricar prototipos con ingeniería tisular basada en la potencialidad de las células madre que permitirán la reconstrucción de las estructuras faciales sin tener que recurrir a utilizar injertos o la transferencia de otros tejidos a distancia del propio paciente «.
Alrededor de 500 pacientes han sido operados de un cáncer de cabeza y cuello, de un traumatismo maxilar o de una malformación craneofacial en las dos últimas décadas por la Unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial del Virgen del Rocío con la utilización de una tecnología innovadora hace 20 años y con la que ahora tanto la comunidad científica como la propia sociedad ya están familiarizadas: la realidad virtual.
Hace dos décadas, el proyecto VIRSSPA nació en el Hospital Universitario Virgen del Rocío bajo la financiación de la Consejería de Salud y con la finalidad de aplicar a la práctica quirúrgica tecnologías de realidad virtual desarrolladas en una planta de diseño de carrocerías “por ordenador” para la fabricación de coches de una conocida marca comercial que entonces estaba localizada en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), recuerda el doctor Gutiérrez.
De esta manera VIRSSPA constituyó la «primera apuesta de la Junta de Andalucía por el uso de las nuevas tecnologías de realidad virtual en la cirugía reconstructiva del área oral y maxilofacial”.
A partir de entonces, primero se hizo posible la reproducción fiel de cualquier parte de la anatomía humana (también las partes blandas, o los propios tejidos tumorales) «con una exactitud milimétrica» y posteriormente la impresión en tres dimensiones de estas estructuras facilitando extraordinariamente la planificación de su reconstrucción, sostiene. Aquel software permitió también que en el año 2010 pudiera realizarse con éxito el primer trasplante de cara de Andalucía y España sin rechazo, que supuso el décimo primer trasplante de este tipo en el mundo, representando un importante un hito médico.
Desde entonces, los avances han sido paulatinos y constantes, señala este doctor Gutiérrez, al que Forbes ha destacado con uno de los seis médicos del Virgen del Rocío de excelencia nacional por su actividad asistencial, clínica, investigadora, divulgadora y docente.
Actualmente, esta tecnología basada en la realidad virtual ha incorporado la realidad ampliada y ha permitido en el caso de la cirugía oncológica, de los traumatismos y de las malformaciones que afectan a la cabeza y al cuello contar con «no sólo con las imágenes de las lesiones o los defectos sino con modelos tridimensionales de los mismos antes de entrar en el quirófano, de cómo tendría que ser reparada la cara que necesita ser operada interviniendo la misma en el ordenador antes que en el propio quirófano y de poder planificar una reconstrucción facial compleja exacta y milimétrica, diseñando y fabricando a medida para cada paciente las placas, tornillos y guías de corte necesarias para la reconstrucción de la misma».
Esta imagen «nos permite a los profesionales tener de manera anticipada un conocimiento profundo de la intervención que vamos a realizar y para el paciente representa un incremento muy significativo de su seguridad, disminuyendo, además, de manera significativa los tiempos de quirófano y mejorando la calidad asistencial al ofrecer mayores garantías y minimizar las posibles complicaciones asociadas a la cirugía», relata Gutiérrez.
En este sentido, señala el facultativo que antes de esta tecnología, «teníamos que manipular en el quirófano los tornillos y las placas a poner en el paciente y adaptarlas a la anatomía del esqueleto facial del mismo; ahora se hacen personalizadas. Se diseñan en un ordenador, se segmentan y se envía la información a una impresora 3D que las fabrica». «Vamos a tiro hecho y viendo lo que el ojo humano no ve a simple vista», apostilla el responsable de la Unidad, que remarca que esta tecnología también tiene un beneficio para todo el sistema público de salud ya que reduce los tiempos de operación, pasando de intervenciones quirúrgicas de hasta 20 horas en quirófano a jornadas de una mañana, doce horas como mucho, en los casos más complicados».
En relación con el cáncer de cabeza y cuello, este especialista avisa de que los casos siguen aumentando porque «el diagnóstico se hace tarde». Es necesario, incide, mejorar en la prevención y en su diagnóstico precoz.
Este tipo de cáncer está asociado al consumo de alcohol, tabaco y a una mala higiene bucal. Pero, de un tiempo a esta parte, la mitad de los pacientes con cáncer de cabeza o cuello son jóvenes que ni fuman ni beben pero que son portadores del virus del papiloma humano, asociado también a este tipo de cánceres.