La sanidad pública andaluza ha realizado un total de ocho intervenciones de cirugía fetal desde el año 2007, cuando comenzó este programa en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, dos de ellas en embarazos gemelares. Las dos últimas operaciones se han llevado a cabo este mes de mayo para corregir, en un caso, una hernia diafragmática cuando el embarazo se encontraba en la 37 semana de gestación y, en otro, una malformación pulmonar en la semana 38 de gestación. Con anterioridad, el hospital sevillano había llevado a cabo seis operaciones para tratar hernias diafragmáticas (tres casos), un tumor de base de cráneo, un tumor cervical y una espina bífida. En dos de estas intervenciones, las destinadas a corregir una hernia diafragmática y un tumor de base de cráneo, los embarazos eran gemelares.
La consejera de Salud, María Jesús Montero, ha destacado hoy en la apertura del XLVIII Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica y II Congreso Nacional de Enfermería en Cirugía Pediátrica que Andalucía se sitúa a la vanguardia mundial en cirugía fetal gracias a la labor conjunta y coordinada que están desarrollando profesionales de distintas especialidades del Hospital Virgen del Rocío . El equipo del Programa de Medicina y Terapia Fetal del centro sevillano, hospital andaluz de referencia para este tipo de intervenciones, está integrado por los servicios de Genética, Reproducción y Medicina Fetal, Cirugía Pediátrica, Anestesiología, Neonatología y Neurocirugía.
La actuación conjunta y coordinada de todos estos servicios permite abordar cada caso en las mejores condiciones. Además, el Programa de Medicina y Terapia Fetal cuenta con los avances que en Andalucía se están produciendo en terapia celular y génica.
Para cada patología o malformación es necesario un conocimiento exhaustivo de las bases genéticas, de la embriología normal y patológica y de la fisiopatología fetal. La capacitación de todos los profesionales unido a los avances que se han incorporado al hospital ha hecho posible llegar al diagnóstico correcto de cada caso tratado y planificar el momento, el lugar, el tipo de parto y la terapia prenatal o neonatal específica a desarrollar.
Abordajes
Las malformaciones fetales pueden ser abordadas mediante el tratamiento o corrección fetal intrauterina en casos seleccionados, previo al momento del parto y cuando el bebé aún está unido a su madre por el cordón umbilical (cirugía EXIT) o al finalizar la gestación. El equipo de Virgen del Rocío llevó a cabo una operación de cirugía fetal abierta (operar dentro del vientre materno tras la apertura del útero para después continuar el embarazo) para corregir una espina bífida en un feto de 26 semanas. Esta intervención era la primera que se llevaba a cabo en Europa.
También se han realizado siete intervenciones quirúrgicas a bebés minutos antes de que su nacimiento, mientras aún permanecía unido a su madre mediante el cordón umbilical (cirugía fetal abierta EXIT), lo que permite aprovechar la circulación placentaria. Este tipo de cirugía se empleó para corregir los problemas que presentaban los bebés en los dos embarazos gemelares, una intervención que por sus características sólo cuenta con dos precedentes en la literatura científica internacional.
La cirugía EXIT (cirugía ex útero intrapartum treatment) es un procedimiento que se aplica en hasta quince procesos patológicos, fundamentalmente aquellos en los que existe un importante riesgo cardiorrespiratorio para el feto al nacer (masas tumorales en cuello y tórax, tumores pulmonares o del mediastino, hernias diafragmáticas severas, síndrome de obstrucción aérea, agenesia pulmonar unilateral, etc.). Los bebés son operados mientras permanecen unidos a sus madres por el cordón umbilical.
El Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica, al que asisten hasta el próximo viernes alrededor de 400 especialistas en cirugía pediátrica, va a tratar la cirugía fetal como uno de sus temas principales de actualización y debate. La medicina y terapia fetal está contribuyendo de manera significativa a reducir la mortalidad y la morbilidad perinatal evitable.
Cirugía Pediátrica
A los resultados alcanzados hasta el momento en cirugía fetal, un área en desarrollo dentro de la cirugía pediátrica, hay que unir otras intervenciones recientes desarrolladas en este campo en los centros hospitalarios del sistema sanitario público de Andalucía.
El pasado mes de abril se realizó en el Hospital Virgen del Rocío una operación a un bebé de 12 días que nació con el corazón ubicado en el lado derecho del tórax e invertido. Para abordarlo hubo que resecar la aorta y la arteria pulmonar, intercambiar sus posiciones y volver a implantarles en su lugar correcto. Al estar el corazón invertido, la precisión en la actuación quirúrgica tuvo que ser máxima.
Del mismo modo, el pasado mes de marzo se resolvieron dos casos severos de colapso traqueal en dos bebés de dos y siete meses, intervenciones para las que se empleó una técnica (aortopexia) con escasos precedentes de uso en nuestro país. El bebé de dos meses vivía conectado a un respirador, mientras que el de siete había sufrido varias paradas cardiorrespiratorias e ingresos en la UCI desde su nacimiento.
Asimismo, desde 2007 se han realizado en Andalucía importantes intervenciones quirúrgicas en cirugía pediátrica que han supuesto hitos en la sanidad nacional e internacional. Así, en octubre de 2007 tuvo lugar en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada la implantación del primer desfibrilador automático (DAI) colocado a un bebé de 56 días a través de cirugía mínimamente invasiva. Éste fue el primer caso de estas características a nivel mundial y permitió corregir la diferencia cardiaca congénita que sufría el bebé, denominada Síndrome de QT largo, y que había sido detectada cuando aún estaba en el útero de su madre.
A estas intervenciones se suma la separación, en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, de dos hermanas siamesas con apenas tres semanas de vida y que nacieron unidas por el tórax y el abdomen, lo que implicaba que compartiesen órganos intraabdominales; o la colocación de una costilla expansible de titanio en un niño de ocho años con una severa escoliosis que le impedía el normal desarrollo del tórax y los pulmones, dificultando su respiración y normal crecimiento.