Cerca de 200 expertos en problemas cardiacos de la infancia y de la edad adulta del país se reúnen desde ayer en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, en la Jornada nacional de la sección de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas. Este curso tiene como objetivos, además de reunir a profesionales especialistas para discutir sobre todos estos problemas médicos y quirúrgicos y sobre las líneas de investigación abiertas, divulgar este nuevo problema de salud cardiovascular entre los especialistas de la Cardiología General y sus distintas áreas de especialización, entre los pediatras que colaboran en la atención de estos pacientes, sobre todo en la adolescencia, y entre los residentes y médicos en formación.
De este modo, el programa trata el manejo médico de la insuficiencia cardiaca, que en estos pacientes tiene un perfil diferente y unas dificultades para el tratamiento médico mayores que en las cardiopatías adquiridas con la edad. Las indicaciones de trasplantes y asistencia ventricular en los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada, problemas médicos con la hipertensión pulmonar, el manejo avanzado de las arritmias auriculares y, sobre todo, la prevención de la muerte súbita en pacientes jóvenes con una cardiopatía congénita, son otros de los temas de interés.
Los expertos abordarán también el problema de la gestación en estas pacientes jóvenes y en edad fértil, y la mejor manera de ayudarlas en su desarrollo personal y la afectación sistémica y multiorgánica de algunos tipos de cardiopatías más complejas, como la Circulación de Fontan. Además, revisarán las indicaciones de tratamiento percutáneo o quirúrgico y la utilización más eficiente de los tratamientos disponibles.
La Unidad de Cardiopatías Congénitas de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío, de carácter intercentro y multidisciplinar, tiene en la actualidad en seguimiento a 1.594 pacientes que nacieron con una malformación cardiaca. No es una patología asociada al sexo: son varones el 57% y el 43% son mujeres. La media de edad de estos pacientes está en los 36 años.
El impresionante trabajo de los cardiólogos pediatras y de la Cirugía Cardiaca durante la última mitad del siglo pasado ha dado lugar uno de los programas de recuperación de vidas más importantes de la Medicina Cardiovascular contemporánea. Los niños nacidos con una cardiopatía congénita, que hasta entonces era habitual que fallecieran en edades precoces de la vida, ahora sobreviven hasta en un 95% de los casos hasta la edad adulta. Precisamente, aquellos con cardiopatías más severas son los que han tenido un mayor beneficio en términos de supervivencia.
No obstante, la intervención no los cura y llegan a la vida adulta con lesiones muy específicas y con una fisiología y anatomía cardiacas muy diferentes a las de un corazón normal. De modo que plantean a los profesionales de la medicina un reto muy importante, ya que padecen problemas médicos y quirúrgicos hasta hace pocos años desconocidos para el cardiólogo, dado que antes no llegaban a sus manos porque morían en la infancia.
Otro factor a tener en cuenta es que cuando llegan a la vida adulta, no llegan con su cardiopatía natural sino con una enfermedad postoperatoria sobre la que tomar decisiones basadas en la muy escasa evidencia disponible, lo que resulta difícil y requiere reintervenciones numerosas y muy costosas.
Finalmente, es muy importante conseguir que tengan una integración social y laboral lo más completa posible. Todo esto se acompaña de un reto desde el punto de vista asistencial: organizar las estructuras de atención y garantizar la equidad en la accesibilidad a este recurso de toda la población.
Por todo ello, los expertos consideran que se necesita aumentar el número de profesionales con interés y con formación específica en esta disciplina, así como incrementar los programas de formación continuada de aquellos que ya trabajan con adultos con cardiopatías congénitas. De ahí las Jornadas que se han organizado con el apoyo de la Unidad de Cardiopatías Congénitas de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío, coordinada por Pastora Gallego y María José Rodríguez Puras.