Hasta un 25% han aumentado, durante los últimos tres años en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, las intervenciones quirúrgicas para eliminar el pterigion, un tejido vascular y fibroso que genera el globo ocular al defenderse de la sequedad que provoca la acumulación progresiva del castigo abrasivo del sol. El ojo va perdiendo la capacidad de absorción del viento y las acciones lumínicas, al verse afectada la secreción lacrimal y no encontrarse bien lubricado. La constante fricción del párpado daña las capas más superficiales y el pterigion va avanzando hasta invadir el eje visual y acabar comprometiendo la visión. El Servicio de Oftalmología, que dirige el Dr. Carlos Ruiz Lapuente, realiza anualmente unas 400 intervenciones para paliar este problema que, según este especialista, empieza a ser predominante entre la población inmigrante, sobre todo en personas de piel oscura. Podríamos incluso hablar de una enfermedad emergente, condicionada por el perfil laboral de estas personas , afirma el especialista. Las fuertes radiaciones solares que reciben los ojos durante las exposiciones prolongadas al sol que conllevan algunos trabajos y el escaso uso de gafas solares homologadas y lágrimas artificiales cierran un círculo vicioso en estos pacientes , concluye. Según la gravedad y las posibilidades de recurrencia de esta patología (que se reproduce hasta en un 30% de casos), Hospitales Universitarios Virgen del Rocío aplica diferentes modalidades de tratamiento, entre los que encuentran: la resección del tejido anómalo anómalo, el autotrasplante de la conjuntiva (empleando membrana amniótica de placenta), el suministro de fármacos antimitóticos (mitomicina C) que frenan el crecimiento del pterigion y, por último, el trasplante parcial de córnea.