Un equipo multidisciplinar en el que participan profesionales del Hospital Virgen del Rocío ha desarrollado un software denominado BAI (Burn Analysis Imaging System), útil para calcular el total de la superficie quemada del paciente, su diagnóstico y tratamiento. Para ello, el software genera un modelo 3D adaptado a la complexión de la persona (según su peso, edad, altura y sexo), sobre el que los profesionales pueden representar las zonas que presentan quemaduras con sus diferentes grados.
Este asistente virtual, que puede ser de gran utilidad para los profesionales que de urgencia atienden a las personas que acaban de sufrir una quemadura, permite hacer un zoom de zonas más delicadas y con tendencia a quemarse, como son la cara y las manos. Igualmente, permite rotar, escalar y mover la figura para tener un mayor control de la vista en pantalla.
La idea es que cualquier profesional tenga a mano una aplicación que le ayude en la toma de decisiones, dado que el software calcula el porcentaje y la extensión de la superficie corporal quemada en función de la representación de la quemadura y su grado de afectación. Estos factores son cruciales a la hora de decidir el tratamiento de choque de estos pacientes (la cantidad de fluidos o sueros que hay que reponer de manera inmediata, por ejemplo) o si hay necesidad de derivarlos para valoración y tratamiento en la unidad de referencia de Grandes Quemados correspondiente. Además, facilita el tratamiento precoz del usuario, reduciendo la demora.
Esta Unidad, de referencia nacional para la atención de los pacientes con quemaduras, y el Grupo de Innovación Tecnológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío han trabajado durante 12 años junto al Grupo de Imagen Biomédica del departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Sevilla en el desarrollo de esta aplicación tan innovadora. En este tiempo, han publicado los resultados preliminares en el Congreso Nacional de Cirugía Plástica durante dos años (2006 y 2007), donde fueron galardonados con el Premio a la Mejor Ponencia. En 2011, la revista internacional más importante en esta área del conocimiento, Burns, refrendó la utilidad del software publicando un artículo elaborado por este equipo de investigación.
En 2016, BAI se ha presentado en el Congreso Nacional de Emergencias Sanitarias (SEMES). Además, los especialistas de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que atienden cada año más de 200 ingresos dentro de una población de referencia de 10 millones de habitantes, han validado el sistema en sus pacientes reales. Tras ello, determinaron que este asistente virtual estimaba una medida de superficie exacta en el 99,9% de los casos, un porcentaje claramente superior a los métodos tradicionales, que utilizan modelos 2D para estos cálculos, la Regla de los 9, la Regla del 1% y el esquema de Lund y Browder. Ninguno de ellos usa representaciones gráficas personalizadas del paciente (por lo general sólo se suele diferenciar entre niño y adulto).
Actualmente, la aplicación se encuentra protegida por dos registros de propiedad intelectual.
Cómo funciona BAI
El software se ha diseñado para que el profesional marque sobre el modelo del paciente las regiones quemadas, eligiendo entre cuatro grados posibles: primer grado, segundo grado superficial, segundo grado profundo y tercer grado. También puede escoger distintos radios para representar la quemadura (mínimo, pequeño, mediano, grande y máximo).
BAI representa con distinta tonalidad cada grado y permite rotar, escalar y trasladar al modelo. El escalado puede tener lugar en los ejes transversal, cefalopodal, anteroposterior o todos los ejes a la vez. Asimismo el programa permite adjuntar fotografías de las quemaduras.
Una vez marcadas las lesiones, el programa calcula de forma automática el área de la superficie corporal quemada. Para ello, implementa las fórmulas matemáticas siguientes: Dubois y Dubois, Gehan y George, Haycock, Mosteller y por último Boyd. BAI permite a su vez representar la superficie quemada en función del tanto por ciento, con respecto al área total corporal del paciente, así como en cm2. El cálculo del área quemada se proporciona para los distintos grados y para el total. Como valor añadido, proporciona el cálculo del volumen de líquido necesario para la resucitación.
Sus excelentes resultados en la práctica clínica están respaldando a BAI como una opción innovadora que puede generalizar su uso, dado que profesionales sin experiencia en el tratamiento de personas con quemaduras logran la representación personalizada del paciente y la determinación exacta de los diferentes grados y radios de quemadura.
Además, se trata de una herramienta de fácil instalación y manejo, incluso para un personal no especializado. Funciona en
ordenadores y tablets bajo entorno Windows, por lo que permite que el personal extrahospitalario pueda diagnosticar correctamente al paciente desde el primer momento, y pueda derivarlo al centro adecuado.
El desarrollo de BAI fue financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a través del proyecto Herramienta de ayuda al diagnóstico para la atención primaria de enfermeros quemados . Así mismo el estudio de viabilidad de la incorporación de BAI al mercado ha sido financiado por la fundación Para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE) bajo el proyecto titulado Burn Analysis Imaging System (BAI) . Este trabajo de análisis de viabilidad también ha sido cofinanciado por la plataforma ITEMAS, que da soporte al análisis de la viabilidad y de la incorporación de la tecnología en el proceso de atención asistencial de las emergencias sanitarias.