Más de 700 pacientes con apnea del sueño se benefician cada año de un aula informativa puesta en marcha por Virgen del Rocío

Publicada el: 2012-04-30 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

| Para más información:

Más de 700 pacientes con apnea del sueño se benefician cada año de las aulas informativas que organiza semanalmente el Hospital Virgen del Rocío en el centro de especialidades Dr. Fleming. Bajo la coordinación del equipo de Atención Domiciliaria de la Unidad de Trastornos del Sueño, dependiente de la Unidad Médico Quirúrgica de Enfermedades Respiratorias, las personas afectadas que deben ser tratadas con un dispositivo de presión positiva continua en la vía aérea, conocido como CPAP, reciben en un taller teórico-práctico información sencilla y útil sobre su enfermedad y el tratamiento prescrito. Tanto el paciente como su pareja acuden a esta charla, impartida por los enfermeros José González y Carmen Cabrera. El objetivo es claro: aumentar la adherencia al tratamiento y mejorar la calidad de vida de los afectados.
 
Profesionales del equipo de Atención Domiciliaria de la Unidad de Trastornos del Sueño del Virgen del RocíoTras el primer año de funcionamiento de estas sesiones informativas, se ha conseguido que  los pacientes aumenten las horas de uso de la CPAP durante el sueño, demostrándose así la utilidad de las charlas. Los propios pacientes las valoran muy positivamente, concretamente con la máxima puntuación posible, del 8 al 10. «La CPAP es una máquina a la que no es fácil adaptarse; se trata de una pequeña mascarilla, ajustada al rostro, que debe usarse el máximo tiempo posible durante el sueño para conseguir el efecto terapéutico deseado», explica José González, quien tras más de 20 años de trabajo en el equipo de Atención Domiciliaria ayudando a los pacientes a adaptarse a los equipos en sus hogares, ha sido uno de los impulsores de esta iniciativa formativa. 
 
Los profesionales sanitarios les explican qué es el sueño, lo que significa tener apneas (interrupciones de la respiración durante el sueño), los síntomas característicos de la enfermedad, las consecuencias sobre la salud y la calidad de vida, los riesgos más temidos, los tratamientos disponibles y las recomendaciones para su uso. «La CPAP es, actualmente, la terapia de elección en los pacientes que presentan apnea del sueño», manifiestan las neumólogas María Ángeles Sánchez Armengol, de la Unidad de Trastornos del Sueño, y Soledad Cano, de la Unidad de Atención Domiciliaria. «Con ella, se consigue normalizar el patrón respiratorio durante el sueño, aliviar los síntomas nocturnos y diurnos de los pacientes e influir favorablemente en la evolución cardiovascular de éstos, siempre que se use al menos 4 horas durante la noche», argumentan.
 
Las fugas de aire, la sequedad de las mucosas, irritación ocular o en la piel y molestias por la presión del dispositivo CPAP son algunos de los problemas que aparecen durante el periodo de adaptación a la máquina, pero que acaban desapareciendo si se consigue implicar al paciente y su familia desde el principio y ayudarlos siempre que lo necesiten.
 
En la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que coordina el doctor Francisco Capote, existen más de 5.000 pacientes diagnosticados de síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño, considerado por su prevalencia (lo padece entre el 3-6% de la población española), un problema de salud pública.
 
Los principales factores de riesgo son la edad, el sexo masculino y la obesidad. En ancianos, la prevalencia se triplica, en comparación con las edades medias de la vida. Es entre 2 y 3 veces más frecuente en los hombres que en las mujeres, especialmente entre los 40 y los 60 años de edad. Otras variables que influyen en su aparición o pueden agravar este síndrome, son el consumo de alcohol, sedantes, relajantes musculares y la posición al dormir (hacerlo en decúbito supino, o sea, boca arriba, suele empeorar la forma de respirar durante el sueño).
 
Es por ello que, junto con el tratamiento más común y efectivo, la CPAP, es imprescindible seguir una serie de medidas saludables generales, como controlar el peso, no fumar, abstenerse de consumir alcohol y disminuir el consumo de sedantes y relajantes musculares.