Un equipo multidisciplinar del Hospital Universitario Virgen del Rocío resolvió con éxito el pasado 11 de junio el caso de una paciente embarazada de 38 semanas que había sufrido una disección de aorta, una patología mortal que requiere de una compleja y laboriosa intervención quirúrgica urgente. Un total de 15 profesionales llegaron a participar en una cirugía que se prolongó durante ocho horas y que requirió simultanear dos quirófanos para poder salvar la vida de madre e hija. Una vez realizada la cesárea por los ginecólogos para extraer a la pequeña, los cirujanos cardiacos comenzaron a operar la grave afectación cardiaca de la madre. Mercedes es el nombre de la recién nacida, que pesó 2.980 gramos y que requirió maniobras de reanimación e intubación en los primeros momentos del nacimiento. Ella recibió el alta el pasado jueves, mientras que su madre lo ha hecho esta semana, tras una recuperación excepcionalmente rápida, según el equipo médico que las ha atendido a ambas.
«Ha sido, sin duda, uno de los casos más bonitos que hemos podido resolver en los últimos años, en cuanto a reto profesional y resultado humano; pocas veces conseguimos el 200% de supervivencia», explican las cirujanas cardiacas Encarna Gutiérrez y Ana Hernández, miembros de la Unidad de Gestión Clínica del Corazón. Hace ahora seis años que el equipo de cirugía cardiaca se enfrentó a un caso similar que también se resolvió con éxito. Se trata de una urgencia obstétrica excepcionalmente rara, por la patología y por la gravedad que entraña , matiza el doctor Lucas Cerrillos, ginecólogo que asistió esta urgencia, junto a la ginecóloga Sofía Ortega.
«Lo más destacado, el trabajo en equipo y la coordinación en un momento de tanta tensión para todos, con una madre extremadamente grave y un feto que estaba empezando a sufrir las consecuencias del delicado estado materno», coinciden en señalar el resto de protagonistas sanitarios de esta cirugía, el perfusionista Diego Solís, los anestesistas Diego Villegas y Laura Gómez, las neonatólogas Mercedes García y Elena Varela, el matrón Manuel Manzano y la enfermería especializada de los quirófanos de urgencias. También deben destacarse los cuidados del equipo de Cardiología y de la UCI, coordinados ese día por la intensivista Ana Díaz, así como los profesionales que han atendido a madre e hija en planta.
Hasta 30 casos de disecciones y aneurismas de aorta llega a resolver cada año el equipo de cirugía cardiaca que dirige José Miguel Borrego en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. El perfeccionamiento constante de las técnicas más vanguardistas, con desplazamientos de sus profesionales a los centros internacionales de mayor experiencia en este campo, permite responder con las mejores garantías a estas graves patologías, que requieren la sustitución o el reimplante de la válvula y la aorta y la reparación de las coronarias dañadas en una cirugía de gran riesgo que precisa de la apertura del tórax y de bomba de circulación sanguínea extracorpórea.