El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha formalizado hoy la constitución del grupo de profesionales voluntarios que acompañará, cuando se identifique necesario, al paciente sordo durante los diferentes momentos de la asistencia sanitaria que éste precise: pruebas diagnósticas, consulta, ingreso hospitalario, entrevistas con el equipo médico o de enfermería, petición de cita, etc. Según la asociación de personas con discapacidad auditiva ACISO, responsable en el centro de la formación continuada en Lengua de Signos Española, se trata de la primera iniciativa de este tipo a nivel nacional.
Serán un total de 26 profesionales los que, en horario de mañana, tarde o noche, siempre dentro de su horario laboral, podrán ser requeridos por la Subdirección de Atención Ciudadana y Participación Comunitaria para resolver los problemas de entendimiento que puedan surgir durante la atención sanitaria de este colectivo. Tras tres años de formación acreditada por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía e impartida por la asociación ACISO, los profesionales han recibido hoy un diploma que avala su capacidad traductora, al tiempo que reconoce el compromiso tan singular que asumen formando parte de este programa de voluntariado.
En Andalucía, se estima que unas 174.000 personas tienen discapacidad auditiva y sordoceguera. Unos 20.000 sufren sordera profunda y tienen grandes dificultades para comunicarse, un problema que cobra especial relevancia en los momentos de atención sanitaria. El Hospital Universitario Virgen del Rocío, en línea con las estrategias de calidad sanitaria impulsadas por el sistema sanitario público andaluz, inició en 1997 cursos de formación continuada para sus profesionales, con aproximadamente cien horas anuales que permitían a estos no sólo aprender, a diferentes niveles, la Lengua de Signos Española, sino aspectos de la cultura del colectivo sordo.
Esta trayectoria permitió implantar en el año 2005 el curso de tres años que, con 300 horas lectivas, formalizaba dicha capacidad, con un diploma acreditativo de la asociación ACISO, con la que hoy el centro sella un acuerdo de colaboración que permite dar continuidad a este proyecto integrador.
La lengua de signos utiliza simultáneamente las manos, el rostro e, incluso, todo el cuerpo, para comunicar. La atención y memoria visual, junto con la agilidad manual son sus características fundamentales. Cada país tiene su lengua y dialectos para este colectivo, encontrándose estos profundamente ligados a la cultura de las personas que sufren esta discapacidad.