El servicio de Electromedicina, disciplina que mañana celebra su día mundial, se encarga de su inventario, mantenerlos según los controles de calidad o renovarlos, entre otras funciones
El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla dispone de un servicio de Electromedicina que está formado por 30 profesionales con diferentes perfiles, que van desde la física hasta el conocimiento especializado electrónico, la gestión administrativa y las telecomunicaciones. Mañana 21 de octubre se celebra el Día Internacional de la Ingeniería Clínica, promovido por la Global Clinical Engineering Alliance, donde España se encuentra representada a través de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica.
La Electromedicina, también conocida en otros países del mundo como Ingeniería Clínica o Tecnología Sanitaria, requiere cada vez más de perfiles técnicos, con un alto conocimiento en física, ingeniería, electrónica, informática y comunicaciones. El trabajo que se realiza cada día precisa de una especialización y una continua formación para responder al perfil, más tecnológico, que tienen en la actualidad las instituciones sanitarias.
En concreto en los hospitales, hay que seleccionar, instalar y mantener todos los equipos. Y esta tarea demanda nuevas funciones como son el almacenamiento, la bioimpresión, la ciberseguridad o la inteligencia artificial… Con un crecimiento que se prevé exponencial en los próximos años.
Durante el año pasado se gestionaron por parte de este servicio más de 15.000 acciones, de las cuales más de 5.000 fueron órdenes correctivas. A la vez, se realizaron más de 10.000 acciones preventivas, gestionando y organizando los distintos servicios del hospital.
Igualmente se dieron de alta en torno a 2.000 dispositivos en el inventario, alcanzando un parque de más de 23.000 activos electromédicos y de diagnóstico in vitro, que se encuentran censados en toda el área hospitalaria.
El Servicio de Electromedicina, que depende de la subdirección de Ingeniería, Inversiones e Infraestructuras, es probablemente uno de los servicios más trasversales que hay en la práctica clínica. Dispone en la actualidad de dos talleres, uno ubicado en el propio Hospital Virgen del Rocío y otro en el Hospital Muñoz Cariñanos.
Y comparte todo su conocimiento a través de la plataforma #Electroforma, abierta a todos y para todos. Las jornadas se organizan todos los viernes de 8:30 a 10:00 horas.
Profesionales polivantes altamente comprometidos
Las funciones de los diferentes profesionales que trabajan en un servicio de Electromedicina son muy amplias. Van desde validar la instalación, inventariar elementos, equipos y sistemas hasta verificar que cumplen las especificaciones para las que fueron solicitadas. Además, programa el montaje de instalaciones, sistemas y equipos; definen las pruebas de puesta en marcha en función de la normativa vigente, adecuándola a una estricta planificación y a las necesidades diarias.
Toda esta labor técnica está sustentada en una base administrativa. Y una de ellas es la correcta gestión de los mantenimientos preventivos de los equipos instalados para que se hagan dentro del plazo recomendado por el fabricante.
Esto supone una coordinación de las intervenciones, con los diferentes servicios técnicos oficiales y con los propios servicios clínicos del hospital. Así se garantiza el correcto funcionamiento de los dispositivos, minimizando las averías y aportando seguridad tanto para el paciente como para el usuario de los equipos.
Otra de sus funciones es el control de la incorporación y propuestas de baja de los dispositivos médicos del hospital. Para ello, se debe identificar los dispositivos y recabar información sobre la ubicación para poder asistir a los servicios clínicos.
En esta línea, resulta esencial registrar en una base de datos cada uno de los dispositivos que ingresan en las instalaciones y controlar toda la documentación (manuales, declaraciones oficiales, documentación técnica específica, etc), para mantener el rigor en la gestión y respetar la Normativa Europea de Producto Sanitario.
También controlan las bajas de los equipos, cuando han llegado al final de su vida útil, así como las alertas que los fabricantes emiten sobre los equipos. En definitiva, un control integral del ciclo de vida de los dispositivos médicos.
Por último, la labor de estos profesionales incluye el seguimiento, instalación, desinstalación y traslado de equipamiento electromédico y de diagnóstico in vitro, implantación o integración de sistemas informáticos que impliquen, al mismo, y todo tipo de acciones que necesiten para su correcto funcionamiento. El éxito de este conjunto se basa en la coordinación con otros servicios del Hospital, como Proyectos y Obras, Ingeniería, Informática, Servicios Generales, etc, así como con el servicio regional de gestión de equipamiento.
Otra de las actuaciones importantes en un servicio de Electromedicina es el de las Auditorías Calidad Asistencial. Para ello es necesario un contacto continuo con las Unidades de Gestión Clínica para una correcta actualización del inventario y de sus activos, la comprobación del estado de revisión preventiva de éstos y la atención a los distintos servicios médicos.
De hecho, este servicio ha mantenido la doble certificación en sistema de gestión de la calidad, tanto la ISO 9001:2015 y la ISO 13485:2016, siendo de los pocos en España en lograrlo. Esto supone que las acciones que realizan están perfectamente protocolarizadas según los más estrictos estándares de calidad internacional.